A propoósito del día de la mujer

Pasado todo el revuelo y la parafernalia por el día de la mujer, cabe preguntarse si a alguien le quedo algún tipo de reflexión al respecto, si el resultado de la celebración fue un mayor nivel de inclusión social para la mujer, o se disminuyó aunque sea en un dígito la estadística de violencia, o por lo menos las mismas mujeres recordaron la necesidad de revindicarse ellas mismas en una sociedad opresora que les dicta constantemente los modelos de feminidad que deben adoptar y lo poco reconocidas que son por tener un pensamiento más libre, por tener prácticas sexuales y sociales que obedecen a dinámicas propias, o incluso por decidir de forma diferente que hacer con su cuerpo y su vida, por decidir no ser madres o serlo sin ningún compañero, por negarse a depender de un hombre o a conmoverse con una flor comprada en la calle o una caja de chocolates, por sentir diferente a cómo se nos a dicho durante siglos que debe sentir la mujer, por se más racionales que sentimentales, por, en fin no sentirnos como el sexo débil sino más bien como seres humanos antes que mujeres. Finalmente deseo que se recuerde que celebramos un día que es el aniversario del asesinato de 129 mujeres que decidieron luchar por mejores condiciones laborales y fueron quemadas vivas, entonces dejen de darnos dulces y flores que se marchitan en menos de una semana o de llevarnos a moteles para demostrarnos que seguimos siendo tomadas como objetos y no como personas, en homenaje a esas mujeres y otro sin número de desconocidas que día con día viven un infierno por el maltrato, la discriminación o la falta de oportunidades, denos mejores oportunidades laborales, respétennos como seres humanos que somos como iguales en condiciones intelectuales y permítannos seguir nuestros propios valores e intereses.